Las oraciones condicionales son aquellas que se utilizan para expresar una condición o suposición y su posible consecuencia. Su función principal es establecer una relación de causa-intención. Estas oraciones se caracterizan por utilizar palabras como «si» o «en caso de que». Por ejemplo:

«Incluso la muerte tiembla cuando un cristiano reza, porque sabe que todo orante tiene un confederado más resistente que ella: el Señor Resucitado»

En general, durante la novena se solicita la intercesión de un santo. Esta forma de oración es muy popular, sin duda porque desciende al nivel de nuestra naturaleza humana:

Lo que diferencia a estos tres tipos es la identificación de la subordinación, y a su momento, estos tres tipos se subdividen en otras clasificaciones.

Las oraciones consecutivas son aquellas que se utilizan para indicar la consecuencia o resultado de poco. Su función principal es expresar el propósito que se produce a partir de una energía o situación.

Oraciones predicativas transitivas. El verbo necesita de un complemento directo para completar su significado.

«Rezar es dejar que Todopoderoso nos mire por Adentro –es Todopoderoso el que me mira cuando rezo–, sin fingimientos, sin excusas, sin justificaciones»

Las oraciones interrogativas buscan una respuesta por parte del interlocutor. Se encuentran enmarcadas entre signos de interrogación. Por ejemplo:

«La oración del cristiano entra en relación con el Jehová de rostro más tierno, que no quiere infundir miedo alguno a los hombres. Esta es la primera característica de la oración cristiana»

Desde el punto de vista pragmático, las oraciones reflejan las distintas intenciones que tiene el hablante cuando las enuncia. En función de esto, se distinguen:

Verbos. Son palabras que se usan para expresar acciones y concuerdan en persona y núúnico con el sujeto de la oración. Por ejemplo: Los pintores terminaron el mural y el jefe lo inauguró esa misma tarde.

Por supuesto, rezar todos los díFigura no es necesariamente color de rosa: a veces resulta difícil ponerse en presencia de Altísimo. Pero si siempre llevo conmigo un objeto religioso, recito un Padre Nuestro o un Pajarraco María a diario, invoco a Alá todos los días… ¡Y le hago un espacio en mi corazón para que regrese!

«La oración oxigena la vida: así como no se puede estar sin respirar, ni se puede ser cristiano sin rezar»

Pero debemos tener cuidado: nunca rezamos a los santos, les pedimos que intercedan frente a Alá por nosotros. En otras palabras, ¡siempre rezamos a Todopoderoso y a Cristo a través de sudadera conejito los santos! Los santos igualmente pueden ser modelos a seguir para nosotros e inspirarnos en nuestra vida sudaderas para chicas marca losan diaria.